Eduardo Costantini, su flamante propietario -fundador y presidente del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba)- se enamoró de ella hace 30 años, en otra subasta, en la misma ciudad. Su precio era entonces menor, bastante menor, y no superó los 500.000 mil dólares. Pero para el mercado y la historia del arte, Leonora Carrington también era otra.