No voy a seguir caminando
a pesar de los pesares
no voy a verme linda igual
no voy a tomar impulso
cuando me hunda el mar
no voy a sentarme
bajo la sombra de ningún árbol,
[yo]
yo voy a tirarme
en medio de la calle,
voy a cortar el tránsito
de abejas y aviones
voy a desparramarme en las puertas
de los templos y las estéticas
voy a vomitar los rosales bien cuidados
voy a mear arriba de los meos
de los perros más bravos,
yo me voy a declarar
perdedora, cansada,
gorda, fofa, lujuriosa,
intensa, rota, desubicada,
chillona, desobediente,
guaranga, paria, agrandada, apátrida,
inmoral, bruja, mal-arriada,
seré tan real como pueda ser,
tan honesta
que me daré miedo a mí misma,
tan miedosa
que tiraré el primer tarascón,
yo romperé
con mis uñas y mis dientes
todos los troncos fundacionales
de las cinchas que me fruncieron
las manos, el sexo,
la lengua, las ideas…
yo invitare a las otras,
yo las llamaré
con el olor de mi naturaleza
y así, desparramadas
por todas las latitudes
con el poder propio
de no responder más
al poder ajeno,
retomaremos el mandato de Eva,
que al pecado
se le pone el cuerpo
y que se peca
hasta dónde se explote
y reconstruya el cuerpo.