Nacida en 1970 en Alemania, Kim Dreyer, es una artista visual que construye historias, entre lo inquietante y lo fantástico. Desde Berlín donde vive dice que no sabe bien cuando supo que en el arte estaba su camino. Afirma que “Uno no puede hablar sobre decisiones de ese tipo. Yo siempre pinté y todas mis actividades tuvieron que ver con el diseño y la creatividad, pero es con la pintura que encontré mis formas de expresión, mi llamada”.