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Dreyer: Toda pintura es una película

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Por Cleo Suárez del Villar

Nacida en 1970 en Alemania, Kim Dreyer, es una artista visual que construye historias, entre lo inquietante y lo fantástico. Desde Berlín donde vive dice que no sabe bien cuando supo que en el arte estaba su camino. Afirma queUno no puede hablar sobre decisiones de ese tipo. Yo siempre pinté y todas mis actividades tuvieron que ver con el diseño y la creatividad, pero es con la pintura que encontré mis formas de expresión, mi llamada”.

Hay en su obra un halo poético y dramático que narra una y mil realidades.  Las influencias kitsch y los elementos de estilo del realismo y el pop están presentes con total espontaneidad. Los hombres y mujeres atemporales que aparecen en sus trabajos nos parecen conocidos y repercuten dramáticamente en nuestras vidas como espectadores y esa certeza de haberlos vistos en alguna parte, o de poder ser uno mismo en ellos, es una de las características más interesante de @dreyer_kim.

¿Cuál es el rol del arte para vos? Entretenimiento, queja…

Mis pinturas tienden más a la provocación que al entretenimiento. Son vistas de las realidades de vida en este mundo femeninas – no necesariamente feministas.

Pintora, diseñadora, ¿dónde te sentís mejor?

Realmente ha sido una búsqueda. Como diseñadora, me sentía obligada bajo la estética y la funcionalidad. Como diseñadora de sets, solo era posible enmarcar una historia. Fue como pintora que pude contar mis propias historias e ignorar las convenciones y expectativas.

El arte fue dividido, en cierto momento, entre dos caminos. Artistas que usan materiales tradicionales y aquellos que han elegidos otros. ¿Dónde te encuentras?

Si quisieras, mi trabajo está definitivamente comprometido con los materiales convencionales. Cuando desarrollo e implemento mis ideas, sin embargo, uso otros medios, por ejemplo, la internet.

¿Ha cambiado tu manera de trabajar con la pandemia? ¿Cómo es un día de trabajo para vos?

Mi rutina diaria no ha cambiado durante la pandemia. Continúo yendo a mi estudio todos los días, tomo café, pinto, tomo café, pinto… y eventualmente me voy a dormir. Lo que sí ha cambiado es el “afuera”. ¿Habrá exhibiciones de arte reales o ferias de nuevo o todo tendrá lugar virtualmente?

¿Qué artistas te han influenciado y a cuáles admiras?

Fui particularmente influenciada por Lucian Freud, Franz Radziwill and Otto Dix, pero también por directores de cine como Wes Anderson and Federico Fellini.

Se dice que Fellini dijo: “Mis películas deberían parecer pinturas”. Yo intento invertir esta frase: “Toda pintura es una película”

Vivís en Alemania, y en Latinoamérica usualmente miramos con detalle todo lo que sucede en tu país con respecto a las artes. ¿A qué piensas que se debe este interés?

Siempre ha habido un intercambio entre los dos hemisferios. En los años 20, muchos latinoamericanos viajaron a París, Madrid y Roma e influenciaron las vanguardias Europeas. En los 30 , muchos perseguidos política y racialmente en Alemania migraron a Latinoamérica, incluyendo representantes de lo moderno. Creo que Europa hoy es un modelo para la modernización de América Latina, al igual que en las artes.

Has vivido muy cerca de dos regímenes muy diferentes política, social y culturalmente… ¿esto  ha marcado  tu trabajo?

Mi trabajo nunca ha sido influenciado por sistemas políticos, ni ninguno de los regímenes ha tenido influencia. Pero en mi arte celebro la vida en su diversidad, belleza y lo absurdo.

¿En qué camino ves el futuro del mercado del arte?

El mercado del arte está sobrecalentado y necesita volver a su función original: buen arte y precios privilegiados.

¿Cuáles son tus planes futuros?

Básicamente sobrevivir a la pandemia y seguir pintando. Más trabajos nuevos que están planeados para Art Karlsruhe en mayo del 2021. Me encantaría estar en Art Basel el año que viene, pero es más un sueño que una realidad en este momento.