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Por Silvia Arazi (fragmento de La voz de la madre)
No sabe bien hacia donde camina.
Pero alguien la lleva del brazo, alguien la sostiene. Hace un rato su hermana le dijo que la madre había muerto.
Ella repite en su interior las palabras de su hermana. Se niega a pensar: se fue, dejó este plano, partió, Prefiere llamar las cosas por su nombre. Lo necesita así, para poder creer, para poder aceptar. Pero no se puede aceptar lo que no se comprende.
¿Cómo comprender siquiera la palabra ausencia?
Su hermana dijo: mamá se murió. Y ella piensa en la muerte, en la voz de su hermana, en que es la primera vez que la escucha llorar.
Mamá se murió, había dicho la voz inesperada de la hermana.
Y ella se detiene en esa voz y en sus palabras –siempre fue presa de las palabras- y piensa que se murió no es lo mismo que murió. Esa forma de nombrar el acto de morir de la madre parece incluir una voluntad, como si su hermana supiera que la madre decidió terminar con el asunto.
Se tomó un jugo de naranja.
Se pintó los labios.
Se puso un sombrero verde.
Y se murió.
Fin del acto.
La noche de año nuevo, mientras sus hijos dormían después de celebrar, la madre, con pudor, con discreción, dejó atrás la vejez, la enfermedad, el mundo.
Ahora va a descansar.
Se dice.
Le dicen.
Lo dicen.
Ella quisiera saber cómo fueron los últimos momentos de su madre. Y también quisiera no saber. Piensa en la madre, y en que es la primera vez que escucha a su hermana llorar. Porque en su familia no se llora. Salvo la madre.
La madre sí.
La madre lloraba de emoción, de melancolía, de pena, de humillación, de rabia. Una mujer hecha de lágrimas, como si hubiera sido engendrada por el mar.
Silvia Arazi
Nació en Buenos Aires. Estudió Historia del Arte y canto lírico en el Instituto Superior del Teatro Colón. Es poeta, narradora y cantante. Publicó el libro de relatos Qué temprano anochece (1998, Premio Julio Cortázar de narrativa breve) y las novelas La maestra de canto (1999, 2017) publicada en Alemania y Holanda y llevada al cine por Ariel Broitman, y La separación (2018) publicada en República Checa, España, India, Macedonia, Egipto, Marruecos y Emiratos Árabes. Publicó también los libros de poesía La medianera (2012), que obtuvo el segundo premio del Fondo Nacional de las Artes, y Claudine y la casa de piedra (2015) y los libros para público infantil, La familia Cubierto (2017), El niño de pocas palabras (2017), Vidas de Gatos (2019, con canciones de su autoría) y Un hombre interesante (2021).