¿Se puede vivir de la música?
Yo sí. Pero no siempre es fácil. Empecé como todos, armando bandas, haciendo audiciones que a veces salían bien y otras no. Sé lo que es el fracaso.
Aunque él no es amigo de fechas precisas, los críticos suelen situar el año 2000 como el año en que Biolay comenzó a ubicarse entre los músicos más eminentes de la “nouvelle chanson”.
Músico, productor, compositor, actor….
No siento la obligación de definirme. Siempre estoy interesado en el cambio. En experimentar.
Se te reconoce como un buen compositor y cantante de tus propias canciones…
Trato, trato de hacerlo lo mejor posible. Una canción puede convertirse cada vez en algo distinto. Hay temas que son de siempre, el amor, el miedo, la soledad, la ausencia…. A veces es mi vida, otras es la tuya o la del hombre que camina ahora por la vereda…
Siempre digo que la típica «Chanson» francesa no le gusta a nadie y casi siempre alguien pone la misma cara que tú has puesto ahora. Pero lo creo realmente, quizás por eso me gusta incursionar en otros géneros. En mezclar sonidos, ritmos… .
¿Disco o en vivo?
Depende. Tocar, cantar en vivo, tiene una energía muy especial. Me gusta cuando lo hago en un lugar que no conozco. En los conciertos se mezclan muchas sensaciones y emociones.
¿También eres productor musical?
Lo de productor musical se fue dando, no sé si tan natural. Pero es algo que me gusta, con lo que me siento cómodo. Me gusta intervenir en lo que hacen otros. No me significa un problema. He tenido la suerte de trabajar con artistas muy talentosos y eso ayuda.
En la larga lista de los artistas con los que ha trabajado Biolay, de una u otra forma, se encuentra la leyenda de la música francesa, Henri Salvador, Vanessa Paradis, Françoise Hardy, Karen Ann, Coralie Clément (su hermana), Juliette Gréco, para quienes ha compuesto, producido o arreglado.
¿El cine en tu vida?
¿Me preguntas si es importante? Sí. Lo es. En el cine he hecho de mí mismo. Fue una experiencia interesante. Luego me ofrecieron otros papeles, algunos pequeños, otros protagónicos, más o menos dramáticos y fui aceptándolos. He trabajado en unas 16 películas. Me gusta pasar por muchas vidas a la vez.
Se necesita mucha gente para hacer una película. Usualmente trabajas con un guión, director, otros actores y cuando haces música es un momento más pequeño, íntimo. A veces hago la música para un film en el que actúo y es una experiencia también diferente.
Benjamin Biolay da el salto al cine en Pourquoi tu pleures?, también conocida como Bachelor Days are over, ópera prima de la cineasta Katia Lewkowicz. En ella interpreta a un hombre que está a punto de casarse. También hizo la banda sonora de la película.
Es en Stella donde tiene su primer papel importante en el cine y donde se luce con una interpretación fuerte y aclamada. Otras películas en las que interviene son Personal Shopper, La número uno, Un cuento francés, Marguerite Duras, Paris 1944 y On a Half Clear Morning, esta última del 2019.
¿Extrañas la vida del desconocido?
Todos tenemos cosas que lamentar. Son parte de la vida. Es un tema que tomo en muchas de mis canciones. Pero si se convierten en una obsesión, son una carga muy pesada.
Biolay no lo dice, pero asumo que tiene que ver con la atención que provoca su vida en la prensa del corazón. Estuvo casado con Chiara Mastroianni, la hija del gran Marcello y Catherine Deneuve, después que esta se separara del actor puertoriqueño, Benicio del Toro. Biolay y del Toro se parecen… mucho. Con Chiara tiene una hija. Su romance con Vanessa Paradis también dio que hablar y él, que parece muy tranquilo, se enfrentó a la prensa en los tribunales cuando diferentes medios publicaron que tendría un romance con Carla Bruni, en ese momento la esposa del presidente de Francia. De su vida amorosa en Argentina hay muchas historias, pero acá todavía predomina eso del artista talentoso sobre el objeto del deseo.
En una de sus últimas entrevistas Gainsbourg dijo: “Cuando uno lo tiene todo, no tiene nada. Lo tengo todo, entonces no tengo nada”
Puede que tenga razón, pero él es él y yo soy yo. No reniego de él, no me molesta que me pregunten si me considero su sucesor, pero no somos la misma persona.
¿Eres su sucesor?
No lo creo. Realmente no lo creo.
Hay un Biolay diferente, el que aparece en otro país fuera de Francia…
No tengo ni idea de cómo me ve la gente. Quizás es verdad eso que dicen que soy el francés más argentino.