Es muy difícil lograr un estilo propio. A veces se logra con años de profesión, a veces no se logra nunca, o a veces se logra tempranamente. Depende de cada persona. Es difícil definirse uno mismo. A veces la gente que me conoce me dice que vio un trabajo mío y yo pregunto, ¿cómo sabía que era mío si no había ningún cartel que lo dijera? A veces es la gente que te ayuda a definirlo. Mi estilo es un poco ecléctico. Busco sobre todo descubrir el espíritu de cada espacio porque es muy importante interpretar el alma, la naturaleza de cada lugar para poder transformarlo en un lugar habitable y que sea acorde al que lo va a vivir. No es conveniente encasillarse mucho. Sí, por allí, tengo un estilo más contemporáneo, más moderno con materiales rústicos. Me gusta mucho usar elementos que denoten el lugar donde el objeto está emplazado. En este caso elementos que tengan que ver con Argentina mezclados tal vez con elementos nórdicos, porque un poco somos eso acá en Argentina, una mezcla de culturas. Las maderas son mis materiales preferidos, el metal, y todos los materiales nobles en general.