Recuerdo que, en la madrugada del 24 de febrero 2022, no podía dormir, efecto secundario del cual sufría después de haber padecido unos días el Covid-19, y consistía en algunas noches de insomnio, el sueño iba y venía como olas. No obstante, esa madrugada, la sensación era otra. Más intentaba dormir, más me estresaba. Un amigo ucraniano que trabaja en IT, había circulado un mensaje aterrador unas pocas horas antes, con un posteo en redes como Reddit y Discord, videos de cámaras de seguridad en la frontera norte de Ucrania con Belarús, camiones rusos destruyendo barreras, idéntico cuadro al sureste. Al no estar confirmado, no se sabía si, efectivamente, era una ‘fake news’, y no se habló más del tema. ¿Qué podrían conseguir un par de camiones contra todo un país?