Madre, ya vestida, pregunta a Mariana acerca de las sandalias plateadas que piensa ponerse. Las sandalias no aparecen, buscan debajo de la cama, en el living, sobre la cama. Telefonean a padre: preguntan si el calzado ha quedado olvidado ahí. Repuesta negativa. Buscan otra vez. Estridente suena el portero. Mariana atiende. Es suegro, espera abajo. Madre corre de un lado a otro. Levanta cubrecamas. Sacude cortinas. Zarandea cualquier bulto en que pueda sospecharse presencia de sandalias. Calzado no aparece. Llaman a la puerta otra vez. Mariana corre. Intenta prender ligas blancas a medias blancas. Arrastra medias por el piso. Toma el telefonillo: es primo político en rambler, nueve en punto. –Ya, ya, ya bajamos. Madre da vueltas por la casa. Mariana se sienta. Intenta otra vez colocar las ligas. Primero las blancas. Pone encima la roja y la azul. Madre, se resigna: calzado perdido, olvidado, abandonado en taxi. Ruge el timbre una vez más. Madre frente al espejo se maquilla. Mariana, medias en su lugar, corre. El dolor recuerda color morado en pantorrilla. Atiende, Mariana, y contesta: -¿Si? ¡Ah! Los fotógrafos. Sí, sí, ya bajamos- Se acerca a donde está madre. Algo cruje a sus pies. Ancho agujero en la parte inferior del vestido. -¡Mamá!- grita Mariana. El vestido se ha roto. El tiempo se agota. La gente espera. Madre termina acicalamiento. Madre sale despeinada. Madre calza pantuflas blancas de plush. Mariana y madre, miran espejo casi de reojo. Suben al ascensor. Grita la campanilla. Alguien llama. No contestan. Bajan. Abren la puerta. Tía política: fotito, fotito. Mariana, pregunta por fotógrafos. Tía política insiste: fotito, fotito. A su derecha, los dos últimos en tocar a la puerta: amiga, amigo, cuadro de metro por metro, moño rojo; dos grandes paquetes, moño azul. –Felicidades- sonrisa de amigo con profundo deseo de paz y prosperidad para vida juntos. Tía y suegra juntas. Fotito, fotito, una vez más. Posa Mariana, ramo en mano. Madre mira pantuflas. Explica a suegro y tío político suceso acontecido. Primo político, cara distorsionada; mujer de primo político, cara de aprobar fastidio pareja. Mariana, loca. Madre pide buscar otro calzado de su casa. Parte expedición. Cinco autos. Veinte cuadras. Madre y Mariana: rambler con parientes fastidiados. Respiración profunda. Todo, todo está listo. Faltan sandalias. Baja madre, sube madre. Parten rumbo al salón.