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El cielo narrativo

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Por Rafael Vilches Proenza (Cuba)

obra de Antonia Eiriz

A Michael H. Miranda y Luis Felipe Rojas Rosabal

Las palabras me vienen a la boca, como si estuviera a punto de morir,

de liquidar el desasosiego, ahí, en su estampa y burla,

las fotos de los amigos, y los amigos.

Estoy harto de palabras, reviento moscas en la boca.

Estoy a punto de sacar mi primer libro; también existe la primera muerte,

la repetición de las moscas, aunque exista Dios,

aunque cada día salgas con el grito en la garganta,

y en los bolsillos, las consignas de mañana.

Una mentira en el corazón pesa y nos silencia,

nos volvemos a repetir como si fuera ayer.

No hay un después, un no, un me abstengo.

¿Existe la Patria? ¿Importa Dios, un presidente, un país?

Sobre todas las cosas, perdura la traición.

Moscas en la boca, presagian mi muerte.

A Guillermo.

Sangra tu mirada bajo el caballo,
roto el hígado tras una canción de Serrat
no has de hacerle swing en tu vuelo con los dioses
ahora que la locomotora tritura tu voz
mientras el Bola es silencio en el frío golpe de la casa,
qué importa
No se debate tu corazón en el mar.
Jamás verás Miami, no podrás odiar a Chico Buarque, Fito Páez,
no sabremos nunca la muchacha en los labios,
la última promesa, la próxima mentira,
ahora eres odio a los caballos, el pregón en la esquina,
un nombre en la cruz,
galopas en la casa con silencio de música rota,
con todos los amigos y la culpa,
con las miserias agrupadas en el corazón.
¿Cómo decir dolor, caballo, muerte, ahora?

—-

Cómo espantar la soledad de los caballos,
la muerte con letras de espuma en la cruz,
el impacto con la noche, el vuelo hasta el pavimento,
el arco de flores atravesados por tu cuerpo,
el grito del coro expectante, el asombro y el graznido de violines en fuga.
Cómo saber de tu palabra, el misterio, el último minuto antes de escapar,
bajo la brutalidad de los caballos, acumulando tu muerte
sin las campanas de agua clavadas en el silencio de la casa.

—-

La casa respira con tus ojos, dibuja en el polvo,
mi rostro es hora, ausencia, pulsa en las esquinas,
ahí donde la brisa choca en los roquedales,
y el mar pudre la isla.

No sabe
Madre no sabe que soy llanto, donde el corazón es queja,
me siento a la mesa ajeno a la palabra que une,
no sabe cuán huérfano es su primogénito,
cuando las aguas se rompen de tarde en tarde
no sospecha que ninguna casa me ata,
que no hay mujer alguna cenando mi corazón
en este octubre que roza todas las muertes.

Siempre
Siempre hay una mujer tejiendo el silencio cuando la soledad abruma,

atenta a espantar los pájaros,
toma mi mano, me lleva al banco cercano,
contemplamos al barrendero arrastrar castillos,
acaricia hojas que no serán mañana primavera,

Siempre hay una mujer

un silencio, una soledad,

donde poder contar gota a gota las hojas, las estaciones, la primera llovizna,

cuando una mujer teje el silencio uno existe.

Rafael Vilches Proenza

Cuba, 1965. Licenciado en Artes Plásticas.  Los poemas corresponden a su libro inédito “El cielo narrativo”.

Escritor independiente. Autor de la novela Inquisición roja, Ilíada Ediciones, 2019. Ha publicado en España, Italia, Nueva Zelanda, Alemania, Puerto Rico, México, Honduras, Brasil, Chile, Canadá, Argentina, Estados Unidos de América y Cuba. Mención del Premio Nacional de Literatura Independiente desde su Primera Edición. Premio de Poesía Dulce María Loynaz, 2018, con La luna entre nosotros, Miami, 2019, Neo Club Ediciones. Premio de Narrativa Reinaldo Arenas, 2020, con la novela Sálvame si puedes, Puente a la Vista Editores, 2021, Premio Nacional de Poesía “Manuel Navarro Luna”, 2004 con El único hombre, 2005, y en el 2010 con País de fondo, 2011. Premio Nacional de Poesía, De la Ciudad de Holguín, 2005 con Trazado en el polvo, 2006. Premio Nacional de Poesía “La Enorme Hoguera”, 2006 con A ambos lados la sombra. Mención Nósside Caribe, Italia, 2005. Mención Premio Poesía UNEAC “Julián del Casal”, 2007 con Erial de Dios. Premio Nacional de Poesía “Centenario de Emilio Ballagas”, UNEAC, 2008 con Tiro de gracia, 2010. Premio Nacional de Poesía “Amor Varadero”, 2014 con Las noches. Otros libros publicados: Ángeles Desamparados, novela, 2001 y España, 2012. Dura silueta, la Luna, poesía, 2003. Lunaciones, poesía, LetrAbierta, 2012, El Barco Ebrio, 2012, Editorial Primigenios, 2020. Café Amargo, poesía, Library Editores y Neo Club Editores, Miami, 2014, Dulce café, Editorial Primigenios, 2019. Ha sido corrector y editor de revistas independientes en Cuba. Colabora con Cubanet y Diario de Cuba, columnista de “OtroLunes.com” Revista Hispanoamericana de Cultura; Director Ejecutivo de la Revista Nacán. Reside en Cuba.