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La clave es que te mueva la pasión y no el miedo

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Por Verónica Martínez Castro y Claribel Terré Morell

Bisila Bokoko es una de las diez mujeres españolas más influyentes en el mundo de los negocios en América.

Ha fundado y es la máxima responsable de BBES International, una compañía con base en Estados Unidos, que presta servicios boutique para abrir puertas de conexión entre marcas y empresas del mundo de la gastronomía, la moda, la belleza, la cultura y el arte. Abogada, especialista en Relaciones Internacionales y firme defensora de los derechos humanos es además una conferencista y mentora destacada. Quizás el rol que mejor señala su esencia como líder, es su proyecto de alfabetización de niños de África y América Latina. Para ello se apoya en el proyecto de Alfabetización Africana Bisila Bokoko (BBALP) una organización sin ánimo de lucro cuyo lema es: “Con un libro, nunca estás solo”.

Durante siete años fue Directora Ejecutiva de la Cámara de Comercio España- Estados Unidos en Nueva York. Galardonada por la ONU con el Premio a Ciudadana del Mundo 2019, desarrolla una labor destacada en EMPRETEC, programa de las Naciones Unidas que apoya a los emprendedores emergentes. Entre sus galardones se incluyen, Emprendedor del año por WomenWerk, Premio a Líder Inspirador por la Universidad de Nueva York (CUNY). Descendiente de inmigrantes y convencida de que el mundo está en proceso de reinvención, Bisila es también la risa y la fe.

¿Alguna vez en BBES International o en otro lugar te han dicho: “¡Trabajas como un hombre!” o “¡Diriges como un hombre!”?

No, nadie me ha dicho eso nunca. Desde que empecé a estar en posiciones de responsabilidad quise hacerlo con tinte femenino, he sido yo la que ha detectado hace unos pocos años que mi estilo de liderazgo estaba muy relacionado con la parte masculina, y ahora mismo estoy trabajando en llegar a un equilibrio entre las dos energías. La energía masculina es la de ejecución y la que nos pone en movimiento y sin ella no es posible avanzar, la energía femenina es una energía más creativa y reflexiva, colaborativa, por tanto, precisamos de las dos.

Un tema del cual sueles hablar, es la reinvención a cualquier edad. El escenario post-pandémico da miedo. ¿Hacia dónde crees que deben dirigirse los esfuerzos? ¿Cuáles son los puntos claves para seguir adelante y encontrar una nueva oportunidad?

Considero que el ser humano tiene dos meta-programas: uno que nos quiere alejar del dolor, y otro que nos acerca a fórmulas para experimentar el placer. De forma inconsciente estos programas pueden paralizar la claridad de la visión hacia donde ir o hacia donde dirigir nuestros esfuerzos. La decisión que hay que tomar es si quiero funcionar en modo víctima o en modo creador. La víctima se queda pensando en los “porque no” y solo se fija en las circunstancias externas que le son adversas, la persona creativa o creadora entiende que, a pesar de las circunstancias, hay oportunidad y aprendizaje en todo lo que nos ocurre. Esa persona se centra en los “porque sí”.
La clave es que sea la pasión la que te mueva y no el miedo. ¡Buscar algo que te apasione!
El mejor momento para reinventarse es el de las crisis. Es muy difícil moverse desde la zona de confort. El mundo está en proceso de reinvención ahora mismo, ¿verdad?. Por supuesto, estamos viviendo situaciones dolorosas y enfrentándonos a grandes desafíos. Es un momento perfecto entonces, para pasar ese túnel de forma personal y analizar si estamos verdaderamente donde queremos estar o, si no es el caso, analizando y revisando hacia donde nos gustaría ir y hacerlo, con dolor, con coste, con miedo pero avanzando paso a paso.

“La mejor manera de desactivar el miedo es caminar directamente hacia él”, es algo que dices muy a menudo, pero el miedo al fracaso existe y ser positivos en cualquier circunstancia no siempre es posible. ¿Qué haces en situaciones que te hacen pensar con temor? ¿Cuál sería tu consejo?

El miedo no es el enemigo, el miedo como toda emoción tiene una función que es útil y nos protege de hacer tonterías o tomar decisiones impulsivas. El miedo vive con nosotros y puede ser un inquilino muy molesto o bien amable. Creo que hay que hacerse amigo del miedo, entenderle, hablarle y escucharle, tiene información muy valiosa. ¡El miedo al fracaso lo tenemos todos! Ser positivo no significa vivir en un mundo ilusorio donde no vayas a tener fracasos y disgustos, los tienes igual, la actitud es la diferencia. La actitud positiva significa aceptar que hemos fracasado, o que las cosas no han salido como queremos, las sentimos, las lloramos, nos enfadamos, pero no dejamos que la emoción nos secuestre ni nos quedamos en el estado de víctima. Cuando nos quedamos ahí, estamos entregando nuestro poder al resto, pensando que los demás nos van a juzgar o señalar con el dedo. Ahí es donde realmente tenemos que entender que el fracaso es nuestro maestro y solo está diciéndote la distancia entre el lugar donde estás y tu sueño. Por eso, el fracaso en sí, como tal, no existe.

En el muy interesante artículo “Multiculturalismo e hibridación cultural en el lugar de trabajo” afirmas: “Los individuos multiculturales, o híbridos, son personas involucradas en un proceso de transformación que se mueven con facilidad y familiaridad entre diferentes culturas y aún conservan un sentido de nuestro auténtico yo”. En un escenario ideal, este sería un factor contra la discriminación. Algo así como valores contra colores. Valores y saberes. Sin embargo, en la realidad la discriminación existe de todo tipo, laboral, sexual, racial y es un problema que no cesa. ¿Crees que podamos llegar a vivir en un mundo de igualdad? ¿Cómo te lo imaginas?

Nos queda un largo camino por recorrer, quizás nosotras no lo veamos y eso no debe frenarnos para aportar nuestro grano de arena al asunto, ya que el mundo se construye paso a paso, siempre pensando en las generaciones futuras. Hace tan solo unos cien años -cien años no es tanto tiempo- yo no hubiera sido objeto de esta entrevista y no hubiera tenido voz alguna para opinar sobre esta materia. Entonces, miro el progreso de lo que ya hemos recorrido y lo celebro. Mi sueño, por supuesto, es un mundo en el que las diferencias sean un súper poder y no algo que nos aleje de los demás. Y que comprendamos que todos somos parte del TODO y somos TODO. Me encantaría poder experimentar ese salto cuántico de conciencia donde nos veamos con amor los unos a los otros. Ahora bien, puede que tengan que pasar siglos para llegar ahí….

Bisila Bokoko. Be Cult. revista Be Cult. La clave es que te mueva la pasión y no el miedo.

Hoy, la mayoría de los debates que se suceden en la sociedad sobre temas fundamentales, como los derechos, el racismo, la pobreza, el cuidado del medio ambiente, parecen ser circunstanciales. Se habla mucho y después, silencio hasta que algo provoca que se trate de nuevo ¿A qué crees que se deba este aparente desinterés de ir hasta el fondo de los problemas por parte de gobiernos e incluso de la propia sociedad que los sufre?

Como seres humanos individuales funcionamos igualmente, no prestamos la atención necesaria a las cosas hasta que nos duelen y tenemos el problema en la frente. Nuestro nivel de atención a los asuntos, como seres individuales, es muy a corto plazo. ¿Cuántas veces nos emocionamos con una película o nos motiva alguien y decimos, voy a cambiar mi vida y a las tres semanas nos desinflamos y volvemos a los viejos hábitos? Yo soy la primera que he hecho durante años la lista de resoluciones anuales y mis membresías de gimnasios y yoga caducaban porque luego estaba demasiado “ocupada”. La sociedad es un reflejo de lo que somos, por tanto, seguimos modas y movimientos hasta que se desinflan y tenemos que estar en situaciones extremas o de cansancio de que se sigan repitiendo para actuar. No es culpa de los gobiernos ni la sociedad en sí, no están alejados de nosotros, todos nosotros somos los gobiernos y las sociedades. Cuando cambiamos nosotros cambia nuestro entorno. En lugar de que estos temas sean solo publicaciones de Instagram, podemos comprometernos a vivir de una manera orientada a mejorar las cosas individualmente.

Eres fundadora y Presidenta del Proyecto Bisila Bokoko African Literacy (BBALP), ¿Qué es lo mejor y lo peor que te dio la literatura? ¿Qué es lo mejor y lo peor que te ha dado África?

La literatura ha sido mi mejor médico y maestro, y lo peor es que no tengo espacio en mi casa para más libros, ni más tiempo para leer más.
África me ha dado mi ser, mi raíz, y África está en mí, por tanto, lo mejor y lo peor de África también está en mí.

¿Cuál ha sido el prejuicio más fuerte o cruel al cual te has tenido que enfrentar siendo: mujer, negra, bonita, inteligente y exitosa?

Te contesto tal y como lo siento, todos los prejuicios a los que me he tenido que enfrentar, ya estaban en mí antes. Cuando he sentido que había prejuicio lo he observado y en el momento que me he visto sin ese prejuicio, este fue disminuyendo. Cuando he pensado que existía la posibilidad de rechazo porque era negra o mujer o lo que fuera, de forma consciente o inconsciente esa situación se me ha presentado. Cuanto mejor ha sido mi relación conmigo misma y con mi apariencia física o mi condición, todas las situaciones y experiencias comenzaron a ser más neutras. Sigo trabajando mucho en el tema de los prejuicios y no tengo todas las respuestas, esto es lo que te puedo compartir desde mi experiencia.

En todo tu recorrido y en todas las elecciones a lo largo de tu vida. ¿Qué fue lo que te sostuvo para superar esos momentos difíciles? ¿Cuál dirías que te ha resultado de mayor utilidad en medio de cambios o transiciones?

La fe, sin duda es lo que me ha sostenido. Ha habido momentos muy oscuros y dolorosos en mi camino, y he sentido que no podía dar un paso más, y estaba agotada o frustrada, en esos momentos es cuando elevo la situación a Dios o al poder superior, al universo o como cada uno lo entienda y le digo que me ayude a cargar la maleta ya que se me hace pesada y no puedo llevarla yo sola. Mi vida se resume en una simple frase: “Lo que crees, creas” y la sonrisa es mi estilo de vida. Sin el sentido del humor y la capacidad de reírse de uno mismo, no hubiera podido superar algunas situaciones. Puede que la risa sea un disfraz o un mero escondite. En un momento determinado hay que darse permiso para sentir lo que uno siente. Aun así, la risa endulza las situaciones y poco a poco empiezas a ver las cosas desde otra perspectiva.

La decisión que hay que tomar es si quiero funcionar en modo víctima o en modo creador. La víctima se queda pensando en los “porque no” y solo se fija en las circunstancias externas que le son adversas, la persona creativa o creadora entiende que, a pesar de las circunstancias, hay oportunidad y aprendizaje en todo lo que nos ocurre. Esa persona se centra en los “porque sí”.

Se te reconoce como una gran consejera de personas, sin distinción de género, raza ni religión, ¿Cuán importante han sido tus mentores en tu carrera y cuánto valor le asignas a la figura del guía en el desarrollo de las personas con ambición de crecer y evolucionar?

La figura del mentor me ha dado mucha humildad y me ha ayudado a aterrizar mis ideas. Cuando comenzaron a aparecer en mi vida yo pensaba que no los necesitaba, que yo sola cocinaba y me comía todo. Pero ¡qué alejada estaba de la realidad! Ahora no puedo estar más agradecida. El 2012 fue un año clave en mi vida, un año de caída y resurrección y sin mentores no hubiera salido adelante. Esos mentores no tienen por qué ser oficialmente mentores o dedicarse a ello. En mi caso, comenzaron siendo personas muy cercanas a mí, maestros disfrazados de familiares, amigos e incluso desconocidos en conversaciones de ascensor. Luego, ya los busqué de manera activa y hasta el día de hoy sigo teniendo mentores y coaches. Esta pandemia la he utilizado activamente para trabajar en mí misma y es como si hubiera mudado de piel. No es fácil este trabajo y los últimos cuatro meses han sido de ir muy dentro. Por eso estoy trabajando con varios mentores de forma profesional, todos ellos con estilos muy diferentes. El mejor regalo que nos podemos hacer a nosotros mismos, es invertir en nuestro propio crecimiento.

Eres una empresaria y además conferencista poderosa con capacidad para enfrentar diversos temas y rubros y llegar a públicos diferentes ¿Alguna vez piensas que fuiste una elegida por un poder superior al de los hombres, algo así como que naciste con una misión…?

Esta es la pregunta más difícil que me han hecho en mi vida, jajajaja. Esa pregunta implicaría que todos nacemos con un destino trazado y que nos dirigimos a encontrarlo sí o sí. En cierto modo pienso que lo co-creamos nosotros. Cuando era pequeña sabía en mi interior que la vida que me rodeaba no era la que yo quería vivir. Quería algo más, aunque no sabía qué. Estaba obsesionada con viajar y cuando llegué a Nueva York sentí que ahí era adonde quería estar. Hoy puedo decir que, aunque la ciudad me trituró viva en muchas ocasiones, me ha dado mucho más de lo que yo podía imaginar. No estaba en mi haber mental ser empresaria y mucho menos conferencista. Esas eran habilidades que admiraba en los demás, pero no sentía que yo iba a poder hacerlo. En cuanto a ser empresaria, aunque aún hoy sienta vértigo de serlo, lo soy. Lo de conferencista, yo misma estoy intentando entender cómo lo hago ya que me causaba vergüenza y pánico escénico hablar en público y, sin embargo, se ha convertido en algo natural y apasionante. Creo que todos tenemos una misión o un tesoro escondido y que, para encontrarlo, en mi caso particular, usé el miedo como guía así como la confianza en el poder superior que me ha mantenido en el camino. Mi tendencia es a pensar que no es algo especial en mí, sino que todos podemos hacerlo ¡Estoy rodeada de personas que lo hacen cada día!