“El teatro en particular, y la cultura en general, siempre fue un ámbito de resistencia ante las crisis, y fue ahí cuando más se potenció, cuando más presencia o ayuda de la sociedad tuvo, y lo demostró con Teatro Abierto o abriendo espacios en los lugares más insólitos. Así se constituyó este ámbito teatral porteño en donde la habitación del fondo o la pieza de arriba terminaron siendo un teatro”, manifiesta Walter Duche, Director de Duche & Zárate, agencia de prensa y comunicación. Con más de 40 años en el medio cultural, enfatiza que la diferencia con otras crisis radica en que, a pesar de que estas implicaron una baja en los espectadores y consecuentemente en los ingresos, en esos casos el teatro nunca dejó de funcionar.