Además de trabajar confeccionando prendas para vestir, maquillarnos y construir una obra de nuestra imagen, también hay un recorrido interno espiritual y autodidacta donde exploramos las ciencias metafísicas, la meditación, los libros de espiritualidad, cuentos y mensajes ancestrales de donde se nutre nuestra obra, los colores que usamos y nuestra propia vida, que quizás no está tan visible pero que es el núcleo de nuestra presencia en el mundo.