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Mi abuelo Astor

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Por Antonio Birabent

Este mes se cumplen cien años del nacimiento de Astor Piazzolla, uno de los artistas y creadores más importantes de nuestro país, un músico que revolucionó un género y que inventó otra manera de tocar y de expresar el tango. Escuchar hoy a Piazzolla es escuchar una Buenos Aires que ya no está y también una ciudad que aún no fue. En el sonido que su música propone hay un misterio, un secreto que logra traspasar el tiempo.

Compartió momentos y se formó con los dos símbolos más populares del tango, Gardel y Troilo, y con los años se convirtió también él en sinónimo de esta expresión tan nuestra y tan universal.

Este será un año de homenajes y de recuerdos (ver recuadro). Se hablará de él y se tocarán sus creaciones. Algunos, mas íntimamente, admirarán su porteñidad universal saliendo a caminar por las calles de esta ciudad con su música inmortal sonando en sus oídos. Esos anónimos escuchas reinventarán una vez más, así en sus caminatas melódicas, la conexión fantástica entre Buenos Aires y Astor. 

Daniel «Pipi» Piazzolla, músico también y nieto de Astor, nos dejó estas palabras en diálogo con Be Cult.

«Siento un gran orgullo de haber tenido como abuelo a Astor. Tuve la suerte que me llevó a todos sus conciertos desde que nací y que mi papá tocaba en el octeto electrónico. Pude verlo de cerca. Que se lo reconozca así me pone muy contento. Un ejemplo: el teatro Colón reabre sus puertas y hay quince días consecutivos de grupos tocando Piazzolla, cosa que para un artista popular es impensado. Él me ha dado y enseñado mucho, me tomé la música muy seriamente y hago la música que hago por sus consejos. Él me regaló mi primera batería. Me da alegría el reconocimiento no solo argentino sino universal. Se están haciendo cosas muy importantes para estos festejos en muchos lugares del mundo»

Daniel Pipi Piazzolla. Mi abuelo Astor. Revista Be Cult. Be Cult.

«En la época de mi abuelo cambiar el tango era mal visto. Hoy le ponés un bombo a un tango y nadie protesta. Esa fue una época donde hubo lío en Brasil cuando el bossa nova apareció, hubo problemas con el bebop en Estados Unidos también, pero eran movimientos de un montón de músicos: Jobim, João Gilberto, Charlie Parker, Miles Davis, un montón de gente… Lo que le pasó a mi abuelo es que estaba solo. No había un equipo de compositores haciendo esta nueva música. El tango era muy tradicionalista y atacaban a un tipo que estaba absolutamente solo. Además en ese tiempo el tango era para bailar y él quería que fuera para escuchar. Mi abuelo en la película «Los años del tiburón» dice: “al fin y al cabo todos los que me criticaban me terminaron haciendo famoso”. Claro, se armaban tales líos cada vez que tocaba que salía en las tapas de los diarios todos los días. Esa contra provocó que se haga más visible. Él además tenia mucha convicción, mucha personalidad, conocía muy bien el tango, había debutado musicalmente con Gardel, después estuvo mucho tiempo con Troilo, se había criado en Estados Unidos y de ahí tenia el contacto con el jazz. Todo lo hizo con mucha autoridad. No podés cambiar un género si no conocés muy bien su raíz. Y él la conocía».

Mi abuelo Astor. Revista Be Cult. Be Cult. Antonio Birabent
Mi abuelo Astor. Revista Be Cult. Be Cult

«Todo lo que está pasando le daría felicidad, adónde llegó su obra, que todo el planeta escuche Piazzolla, que en Rusia los chicos cuando van al jardín de infantes en el recreo cantan Libertango, que los pibes que piden monedas en las peatonales de Austria tocan su música. Él disfrutaba de las interpretaciones hechas con arreglos y formaciones diferentes. No le gustaría tanto escuchar algo tocado igual a como él lo hizo. Le interesaba cuando la gente hacía Piazzolla con otra impronta, como pasó con el grupo Alas y con el grupo Nuevos Aires. Mi abuelo disfrutaría mucho escuchar su música tocada hoy, cien años después de su nacimiento».