Su taller en Villa Crespo custodia celosamente clasificados los regalos que parientes y amigos le traen de sus excursiones y paseos: hojas, plumas, ramitas, flores secas, cáscaras de nueces, espinas de acacias, semillas, bellotas. Un sinfín de cajones y cajas repletos de material precioso que luego, combinado de las formas más inesperadas, podría formar el nido de un pájaro o convertirse en partes de sugestivas coronas, tocados, pulseras o prendedores.