Otro verano. Miro de reojo la película de Sorrentino É stata la mano di Dio (2021). Es mi film de Navidad. Puede verse una costa infinita. Luminosa. Llena de diálogos que recuerdan el inicio de algo de nuestras vidas: un deseo, una profesión, una escritura o una decisión. Mientras Buenos Aires arde, Gino, mi hijo, come pasta en calzoncillos azules (vieja estrategia para que la salsa no llegue a los pantalones). Juguetea con los fideos. Nos amamos en silencio. Ambos sudamos y comemos. Nunca lo vi tan lindo con sus labios pigmentados y con su barbilla roja.