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Especial Marruecos: Transculturalidad y literatura marroquí

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Cruzando Mares

Por Maribel Méndez (desde Tánger)

La literatura es por naturaleza universal, escritos que conmueven a cualquier ser humano independientemente de su lugar de nacimiento. Comprender lo escrito es lo único imprescindible, la vía es indiferente: leer una traducción que roba matices –en el mejor de los casos- o acercarse al autor desde una misma lengua.

En el caso de la literatura marroquí son muchos los escritores que han elegido la lengua española para sus creaciones. En algunos casos, de una forma completamente natural por considerarla lengua propia, y en otros casos, desde una adopción consciente por diferentes motivos, desde el amor o el deseo de expresarse más allá de su lengua.

La proximidad entre España y Marruecos y su historia compartida -no siempre desde el intercambio pacífico-, ha dado lugar a unos vasos comunicantes de diversos tipos. La lengua ha sido una cuestión llena de especial mestizaje, hasta el punto que tanto el español como el árabe marroquí –especialmente de la zona norte de Marruecos- comparten ADN. Desde la ingente cantidad de arabismos en la lengua española heredados de la época de Al Ándalus, hasta las frases en árabe marroquí salpicadas de palabras españolas, nos hacen ver que no hay frontera ni prejuicio que consiga dividir a los vecinos.

Sin embargo, vamos a reflexionar sobre estas creaciones enmarcadas dentro de la literatura marroquí en lengua española, una definición que simplifica pero que resulta útil porque los humanos estamos acostumbrados a utilizar etiquetas que nos guíen. Ruego me perdonen los autores nombrados, cuya identidad es una suma personal de experiencias que nadie puede etiquetar.

Ciñéndome a los autores publicados en el siglo XXI, son varios los jóvenes escritores que no solo han llegado a publicar, sino que han conseguido éxito en forma de premios o reconocimiento por parte de sus lectores. Se ha dicho que el futuro de la literatura marroquí se encuentra en la diáspora, como si existieran viajes de ida sin vuelta o sin raíces. Voy a comenzar diferenciando entre los autores que llegaron a la península ibérica a causa de una emigración decidida por sus familias, y los que eligieron vivir en España de una forma consciente.

Muchos de los hijos de emigrantes marroquíes no nacieron en España, sin embargo, sí fueron escolarizados allí. En este grupo tenemos personas completamente bilingües que en la mayoría de los casos ni siquiera se sienten marroquíes, sin embargo, sus obras tienen temáticas que les unen a sus raíces familiares.

En primer lugar, hay que destacar en este grupo a la escritora Najat El Hachmi por ser la que más premios literarios y reconocimientos ha cosechado. Fue escolarizada en Cataluña y por lo tanto se trata de una escritora bilingüe. Comenzó escribiendo en catalán y consiguió en 2008 el Premio Ramón Llull, con su novela “L’últim patriarca” sobre la búsqueda de libertad individual de una emigrante marroquí asfixiada por una familia tradicional. El año pasado consiguió el Premio Nadal con una novela escrita en español, en esta ocasión con la novela “El lunes nos querrán”, una historia de dos jóvenes mujeres hijas de emigrantes marroquíes que crecen en la periferia de Barcelona y luchan contra sus condicionantes de procedencia, sexo y clase social. Actualmente Najat El Hachmi cuenta con columnas en prensa y ha escrito además el ensayo feminista “Siempre han hablado por nosotras”.

Najat el Hachmi 

Dentro de este primer apartado de niños con raíces marroquíes escolarizados en España, estarían el psicólogo y escritor Saïd El Kadaoui, y la enfermera y escritora Laila Karrouch. Todos ellos tienen en común que sus obras giran en torno a la emigración y la identidad, muchas veces de una forma reivindicativa. Se encuentran en la cuarentena y se han criado en Cataluña, y junto con Najat El Hachmi, cuentan ya con una larga trayectoria y prestigio, especialmente en Cataluña.

Sin embargo, hay una nueva generación que está tomando el relevo y cuyas creaciones están relacionadas con Marruecos, pero superando las temáticas de crisis de identidad y reivindicaciones antirracistas. En este apartado destacaría al trabajador social y escritor Youssef El Maimouni, quien ha publicado en 2021 la novela “Cuando los montes caminen”, una novela sobre un soldado rifeño reclutado por el ejército franquista para combatir en la guerra civil española. También nombraría a la joven escritora Meryem El Mehdati, criada en las Islas Canarias, con su novela “Supersaurio”, una crítica a la precariedad laboral actual llena de ironía. Pese a la juventud de estos dos escritores y que para ambos estas son sus primeras novelas, han conseguido publicar en reconocidas editoriales que en absoluto están especializadas en literatura marroquí.

Existe otro grupo de escritores marroquíes que se han criado y estudiado en Marruecos pero que voluntariamente decidieron emigrar a España u otros países hispanos, generalmente para acabar sus estudios universitarios. Quiero destacar en primer lugar al escritor de Alhucemas, Mohamed El Morabet. Con solo dos novelas -además de varios artículos en prensa y relatos publicados-, ha conseguido el Premio Málaga de Novela 2021 con su novela “El invierno de los jilgueros”. Aunque su ciudad de origen esté presente en sus dos novelas, sus obras tienen una mirada sobre Marruecos diferente, como un espacio superado –su primera novela titulada “Un solar abandonado” es toda una metáfora del país–, del que ha huido para crecer en libertad individual.

También quiero nombrar en este apartado a la poeta Lamiae El Amrani, quien primero siguió su formación en España doctorándose en la Universidad de Sevilla, y actualmente reside en México. Ha publicado varios poemarios y participado en diferentes festivales poéticos internacionales. Su último poemario “Venas del desierto” ha sido publicado en México. En sus obras también aparece Marruecos, aunque sea de forma velada, y generalmente con imágenes sensoriales.

Finalmente, en la Universidad Autónoma de Baja California, también en México, se encuentra el poeta Mehdi Mesmoudi. Si bien la mayoría de sus publicaciones son académicas, el año 2018 obtuvo el premio honorífico a los Juegos Florales Margarito Sánchez Villarino, con su poemario “Testimonios sísmicos”. Esta obra tiene más presente a México que a Marruecos, pero su incesante labor académica intenta hacer de puente entre investigadores marroquíes y latinoamericanos.

En otro apartado diferente se encontrarían los escritores que son fruto de matrimonios mixtos, generalmente hijos de padres marroquís y madres españolas. Han vivido en los dos países, tienen familia a ambos lados de la frontera y han cursado estudios superiores normalmente en España.

Mohamed El Morabet.

Nombraríamos a autores como Mohamed Bouissef Rekab, quien actualmente reside en Ceuta pero cuya vida laboral transcurrió en Tetuán y generalmente edita sus libros en Marruecos. Su última publicación fue “Diario inconcluso” publicado en 2019 en Tetuán por Éditions Bab Al Hikmat.

Un autor de la misma generación que actualmente reside en Granada es Mustapha Busfeha García, licenciado en ciencias políticas, quien desarrolló su carrera profesional en Marruecos y ha escrito varias novelas, principalmente históricas, aunque su último libro “Tres sinfonías” versa sobre la cocina andalusí.

Pasando a otra generación en este apartado, habría que destacar a la ilustradora y escritora Nadia Hafid, hija de padre marroquí criada en Barcelona, y cuya novela gráfica “El buen padre” se publicó en 2020 en la editorial Roca. Su obra ha sido muy bien acogida por la crítica, siendo incluso recomendada por Paco Roca, uno de los mejores dibujantes de cómics españoles en la actualidad. La novela gira en torno a su familia y la figura de su padre marroquí, un emigrante que no consigue adaptarse al país que le acoge y acaba sumido en la depresión.

Otra escritora que comparte muchas características con la anterior, en cuanto lugar de residencia y temática en sus obras, es Sahida Hamido. Sus poemas también tienen mucho que ver con su padre marroquí, una poesía desgarradora ante la violencia que sufrió de niña y que refleja en su poemario “Diario de una mujer de aire”.

También me gustaría nombrar a Farid Othman-Bentria Ramos, poeta nacido en Tánger y criado entre Marruecos y España, cuyos poemas se enmarcan en el Mediterráneo que nos une, siendo él mismo un ejemplo de mezcla de identidades como heredero que es del Tánger Internacional de la primera mitad del siglo XX. Su último poemario “Rue des Scherezades” – escrito en español aunque el título esté en francés-, fue publicado este mismo año en Granada por Esdrújula Ediciones.

Pero el grupo que más sorprende entre estos autores y que el público general desconoce, es el compuesto por marroquíes residentes en Marruecos que deciden escribir en español, una lengua que no es su lengua materna. Entre estos escritores hay que diferenciar entre los nacidos en zonas fronterizas o de gran influencia española, quienes están familiarizados con la lengua española desde su infancia, y los que son de zonas de influencia francófona pero han decidido adoptar la lengua española para expresarse en sus obras.

Lógicamente, muchos de ellos son hispanistas que enseñan la lengua española en universidades marroquíes. Sus primeras publicaciones son de carácter académico, hasta que deciden y/o sienten la necesidad, de dar el salto a la creación literaria en español.

Es destacable por ejemplo la trayectoria del escritor Mohamed Abrighach, escritor de varios ensayos y artículos académicos hasta que publicó en 2019 la novela “Del Rif a Madrid. Crónica sarracina de un hispanista marroquí”, una especie de biografía y crónica que a su vez explica el hispanismo marroquí. Aunque tal vez la importancia de este profesor y escritor, es su constante apoyo a otros hispanistas para facilitarles publicar, tanto desde su papel como actual presidente de la Asociación Marroquí de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos (AMEII), como desde su activa labor como editor literario para la editorial Diwan de Madrid en la que se ha creado la colección “Literatura marroquí en español”.

Dentro de este grupo de hispanistas que han llegado a publicar obras de creación en español, habría que destacar al escritor de relatos Ahmed El Gamoun, los poetas Abderrahman El Fathi y Aziz Tazi, o la escritora de relatos Sanae Chairi.

Y por supuesto, existen jóvenes hispanistas – algunos estudiantes de los anteriormente citados- que escriben narrativa o poesía en español y han llegado a ser publicados en antologías o revistas. En narrativa podríamos destacar a Mustapha Handar, Ahmed Balghzal, Nabil Loukili, Jamal-Eddine El Mejhed o Amira Debbabi. En cuanto a poesía destacan Rachid Boussad, Nisrin Ibn Larbi, El Abbas Tahri Youtéi Hasaní o Meryem Ghoua. El futuro nos dirá si se convierten en escritores.

Además de profesores y estudiantes de hispánicas, también existen otros escritores como el periodista tetuaní Ahmed Mgara, quien a través de la “Fundación Mgara Rebahi”, edita libros en español, colabora con revistas y organiza encuentros literarios en la ciudad de Tetuán. Ha escrito diversos títulos tanto en narrativa, poesía y ensayo.

Dentro del mundo de la prensa, también habría que destacar al escritor Mohamed Lahchiri, quien fuera redactor jefe del periódico en español “La mañana” (editado en Casablanca), quien tiene varios relatos publicados recientemente recopilados y publicados por la editorial Diwan de Madrid.

Y por supuesto, nombrar al periodista Said Jedidi -quien durante muchos años presentó el telediario en español de la cadena pública de televisión marroquí- y que tiene publicados novelas y ensayos.

Mohamed Abrighach

Finalmente, habría que mencionar a un grupo de escritores españoles que nacieron en Marruecos, como los escritores Sergio Barce, Esther Bendahan, Miguel Ángel Moreta-Lara, o la poeta María Sangüesa. Todos ellos con varios escritos que miran con melancolía el Marruecos de su infancia.

Como conclusión diría no se trata de un grupo homogéneo, sino de una serie de escritores que se han etiquetado como escritores marroquíes en lengua española pero con muchas diferencias entre sí con respecto a temáticas en sus obras, su relación con la lengua española, o los motivos a la hora de elegirla para expresarse.

Por otro lado, España lleva menos tiempo siendo un país de recepción de emigrantes del Magreb, a comparación con otros países como Francia, de hecho, algunos de estos escritores incluso recuerdan en sus escritos cómo podían cruzar la frontera sin necesidad de visado. Paradójicamente, en un presente en que es más fácil a través de internet, acceder a televisión, cine, música y otras manifestaciones artísticas en español; las fronteras son más difíciles de cruzar de forma presencial.

Otro tema que resulta hiriente, es el desconocimiento desde España de la existencia de escritores marroquíes que escriben en español. Me temo que algunos de los lectores pueden acercarse a estos libros desde el morbo o el paternalismo, es decir, teniendo más en cuenta que lo ha escrito una persona de origen marroquí, que la lectura en sí. Sin olvidar que muchas veces, el lector espera dar con unos temas determinados como la emigración, la identidad o el islam, es decir, temas que responden a prejuicios y desconfianzas hacia el otro.

Le pese a quien le pese, las fronteras siempre son permeables y en el caso de Marruecos, son además líquidas con respecto a los países que hablan español. Cada vez habrá más emigrantes que se desplacen no solo del sur al norte, sino a la inversa como hizo el escritor español Juan Goytisolo, y por supuesto, desde África a Latinoamérica. Tal vez en este momento ya nos encontremos en sociedades multiculturales, pero mi percepción es que daremos un paso más hacia la transculturalidad, de manera que cada persona será una suma de identidades y el país de origen no será más que un detalle sin importancia. Todos nos merecemos que llegue ese momento.

Maribel Méndez

Responsable de la Biblioteca Juan Goytisolo del Instituto Cervantes de Tánger, en Marruecos. Licenciada en Documentación, después de una dilatada experiencia laboral en bibliotecas de diversa tipología, comenzó a residir en Marruecos en 2010, trabajando como bibliotecaria en el Instituto Cervantes de Fez (Marruecos) durante 11 años, hasta que se trasladó a Tánger donde reside actualmente.

Desde 2017 administra el Grupo de Facebook “Literatura Marroquí en Lengua Española”, que cuenta actualmente con más de 2.000 miembros. Es codirectora en la revista digital Hispanismo del Magreb y forma parte del consejo de redacción de las revistas «Sures», editada en Tánger, y «Dos Orillas», editada en Algeciras.