CARGANDO

Buscar

Es una época increíble para tatuarse

Compartir

Por Claribel Terré Morell

Al argentino Flavio Luccisano la frase: “Un momento de dolor sirve para una eternidad de gloria”, no le gusta mucho. Hace siete años que se dedica a tatuar. Cada mañana trabaja sobre la piel, un lienzo que está vivo, pero no tiene miedo. Dice que siente respeto y que el dolor es más un mito que una realidad.

Su nombre es uno de los que se pasan, de boca en boca, los interesados, en una ciudad como Buenos Aires, adicta al tatuaje. Durante muchos años formó parte del grupo Mandinga. Ahora cree que le ha llegado el momento de independizarse.

– ¿Cualquier parte del cuerpo puede tatuarse?

Sí, cualquiera, incluso las más íntimas.

Pero la mayoría lo hacen en los brazos, piernas, espalda, también en el pecho o las costillas que antes no era tan común.

-¿Se suelen arrepentir los tatuados?

No es frecuente que pase.

Para que no ocurra hay que estar muy seguro tanto el cliente como el tatuador.

La costumbre de marcarse la piel es muy antigua, en 1991 fue hallada una momia del período neolítico –denominada Ötzi, o el Hombre del Hielo- dentro de un glaciar de los Alpes austro-italianos, con 57 tatuajes en la espalda. Es el cadáver humano con piel más antiguo que se ha encontrado y se calcula que tiene 5200 años de antigüedad.

-¿Hay tatuajes incorrectos?

No suelo tener problema con lo que la gente elije, pero tengo mis límites como toda persona, por ejemplo con el racismo.

-¿Hay alguno que para ti ha sido el más extraño?

A esta altura es difícil sorprenderse ya que el tatuaje ha pasado y transgredido muchísimo.

– ¿Prefieres trabajar los tatuajes pequeños o grandes?

Prefiero trabajar tatuajes grandes. Dentro de lo que me especializo en el tatuaje que es realismo, mientras más grande mejor porque favorece tanto en la definición del momento como a futuro. Un tatuaje suele expandirse en un porcentaje en la piel durante un periodo de tiempo luego de ser tatuado. En el caso de los retratos por ejemplo garantiza que pasado el tiempo no pierdan definición.

Hay que entender que estamos trabajando sobre tejido vivo y el cuerpo de cada persona es diferente. Eso es lo que hace a los tatuajes únicos también.

La National Association For The Preservation Of Skin Art es una organización no lucrativa que rescata los tatuajes de personas muertas y los exhibe como obras de arte, bajo el permiso previo del mismo tatuado.

– ¿Cuáles son los que más piden?

En mi caso que me especializo en realismo suelen pedirme muchos retratos, que es algo que amo hacer. También me piden animales, mascotas, personajes de películas o jugadores de fútbol…

– El boca a boca dice que eres uno de los mejores al hacer tatuajes religiosos. ¿Fue algo casual? ¿Sientes algo diferente con respecto a otros tatuajes?

Los tatuajes religiosos son algo muy común, sobre todo los de santos. Yo sé que para las personas es importante y eso es todo lo que importa. Para mí no hay diferencia con el resto de los tatuajes mientras la propuesta del tatuaje sea lo más interesante artísticamente hablando. Cada persona luego le dará el significado que realmente tiene para sí mismo.

-¿Puedes definir tu estilo?

Realismo.

-¿Tatuador o artista plástico?

Antes de ser tatuador trabajaba ya de ilustrador freelance, sobre todo en plataforma digital. Siempre me gustó el dibujo y la ilustración pero fue recién a los 25 años que comencé a perfeccionarme. Luego por cosas inesperadas de la vida comencé hace ya casi 7 años a tatuar, aunque nunca estuvo dentro de mis aspiraciones artísticas hoy es mi actividad principal.

Existe una filia sexual por la gente tatuada: se llama estigmatofilia.

-¿Qué opinó tu entorno (familia / amigos) cuando comenzaste a dedicarte a tatuar? 

En general todos se alegraron y me dijeron que me iba a ir bien porque ya dibujaba e ilustraba, pero aunque de afuera parezca que esto es así de fácil no lo es.

El hecho de saber dibujar, pintar, es una herramienta que yo considero fundamental aunque sea en diferentes grados, pero no lo es todo.

Cuando uno tatúa se encuentra con cosas, situaciones y elementos diferentes casi en cada tatuaje. ¨Por ejemplo las pieles, no todas tienen la misma tonalidad, o características dependiendo la edad, persona, salud…»

Lo mismo pasa con la piel en el cuerpo de una misma persona, la piel de ciertas partes del cuerpo es más o menos elástica que en otras partes. Otro factor son los materiales, hay diferentes máquinas, agujas, pigmentos…

Creo que uno puede llamarse tatuador solo después de muchos años. Yo lo hago desde hace poco. Me hice cargo después de 7 años. Siempre dije que era un aprendiz y es algo que uno nunca deja de ser, siempre va a haber un nuevo desafío al cual enfrentar. Siempre trato de salir de la zona de confort  para aprender cosas nuevas.

-¿Crees que siguen habiendo estigmas o prejuicios con las personas tatuadas?

Cada vez menos, pero prejuicios siempre van a haber. Acá en Argentina la gente casi siempre lo toma a bien.

Es usual que los tatuajes estén asociados a las guerras. La marca sobre el cuerpo es símbolo de valor, pero también de humillación.

– La cantidad de convenciones, programas de televisión, encuentros, vivos, fans, salones dedicados al tatuaje ¿es una moda?

Por supuesto que el tatuaje es una moda que lleva muchos, muchos años y ha tenido diferentes significados. También es un arte.

En parte es malo que la gente lo banalice porque luego tienden a querer borrarse o taparse los tatuajes, y por otro lado es positivo porque la cantidad de cosas que se encuentran en el mercado hoy en día es espectacular.

El tatuaje está en una época increíble para tatuarse con lo mejor.

-¿Quién es más coleccionista del arte corporal ¿el tatuador o el que se tatúa?

El tatuador lo ve como un estilo de vida. En mi caso noto que los clientes en general suelen fanatizarse con el tatuaje y siguen. Es raro quien solo tiene uno.

-¿Qué consejo le darías a alguien que quisiera hacerse un tatuaje?

Que antes de tatuarse sepa al 100% lo que va a tatuarse y con quién. Que lo que elija lo haga a conciencia en el sentido de que se sienta bien con lo que lleva. Aprendí  a mandar a  gente a su casa para que lo pensaran nuevamente antes de tatuarlos porque los veía muy inseguros. Por otro lado un buen tatuador también debe guiar a quienes no tienen ideas muy claras, siempre con la intención de que se lleve un buen trabajo.

– ¿Cuántos tienes hechos? ¿Alguno por ti mismo?

No los conté. Tengo en ambos brazos, manos y algunos en las piernas. Nunca me tatué yo mismo. No sé por qué.

– Si en el proceso de tatuar la piel recibe entre 50 y 3.000 pinchazos por minuto, hay dolor. ¿Cómo trabajas con el cliente esto? ¿Alguno se ha levantado y ha dejado el tatuaje a medio hacer?

El tatuaje lo suele ver de esa manera la gente que nunca se tatuó. En general quien se tatúa no lo asocia al pinchazo, es más un ardor o una raspadura diría yo. Es menos de lo que realmente suena si uno lo dice así.

Son contadas las veces que alguien no ha terminado una sesión. Hoy por hoy hay cremas anestésicas que funcionan muy bien y ayudan a pasar el tiempo. La gente en su mayoría sigue prefiriendo el dolor, que en si no llaman dolor en general sino molestia.

A la larga todos siguen volviendo por más tinta.

Próximo artículo