Me gusta, triste, soñar por la tarde, cuando tañe la hora, Sea con el céfiro perfumado de la primavera o de un invierno helado la brisa monótona que de las campanas me trae un sonido claro y vibrante. Me gusta imaginarme en una playa bretona Con su arena de oro y el océano inmenso Y la queja sin fin de las olas que resuena, Esas olas de tono glauco y espaldas de espuma. Amo esos días de verano donde el sol cálido brilla, el pájaro vuela borracho de luz y gorjea, las flores perfumadas lo embalsaman todo y el prado es tan verde! Pero lo que llega más a mi alma sensitiva, lo que la hace llorar y la cautiva es escuchar, oh Rostand, cantar su alma en verso.
Al rencor
No vengas, te conjuro, con tus piedras; con tu vetusto horror con tu consejo; con tu escudo brillante con tu espejo; con tu verdor insólito de hiedras. En aquel árbol la torcaza es mía; no cubras con tus gritos su canción; me conmueve, me llega al corazón, repudia el mármol de tu mano fría. Te reconozco siempre. No, no vengas. Prometí no mirar tu aviesa cara cada vez que lloré sola en tu avara desolación. Y si de mí te vengas, que épica sea al menos tu venganza y no cobarde, oscura, impenitente, agazapada en cada sombra ausente, fingiendo que jamás hiere tu lanza. Entre rosas, jazmines que envenenas, ¿por qué no te ultimé yo en mi otra vida? Haz brotar sangre al menos de mi herida, que estoy cansada de morir apenas.
Victoria Ocampo
Una de las grandes protagonistas de la cultura del siglo XX. Mecenas, editora, escritora, traductora fue fundadora y directora de la revista Sur en 1931.
También fue la primera mujer que logró un asiento en la Academia Argentina de las Letras. Fundadora de uno de los más antiguos movimientos feministas de la Argentina (la Unión de Mujeres), miembro del PEN Club Internacional y doctora honoris causa de la Universidad de Harvard.
Entre sus libros se encuentran La laguna de los nenúfares, diez tomos de Testimonios y Tagore en las barrancas de San Isidro.
Murió un 27 de enero de 1979 y nació el 7 de abril de 1890.