Esta es una de esas preguntas disimuladamente complicadas. En el libro aparecen nombres, títulos, citas, pero sospecho que las influencias más radicales no están expuestas. Subyacen, palpitan debajo del texto y es probable que yo mismo no sea capaz de identificarlas. Por supuesto, hay un poso argentino importante. Además de las obvias, al escribir Too late tuve muy presente El affair Skeffington, de María Moreno, o la escritura de Sergio Chejfec, a quien la novela debe tanto. No sé hasta qué punto son influencias, pero sin duda siento que hay conexiones estrechas también con Fred Cabeza de Vaca, de Vicente Luis Mora, con La canción de NOF4, de Raúl Quinto, o con la escritura de Verónica Gerber en Mudanza. Markson, a quien mencionabas antes, es un escritor al que admiro, y tal vez en la hechura de este libro también tenga algo que ver Satin Island, de Tom McCarthy. El ensayista Bernat Castany ha visto en Too late la voz de Jim Thompson, algo que me entusiasma. A partir de aquí entraríamos en el terreno de la especulación, que me encanta, pero para el que nos haría falta seriar esta conversación en varias entregas.