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Hay que tener un discurso, si no hay mata, no hay papa

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Por Claribel Terré Morell

“Un estilo caricaturesco, entre la fealdad y la belleza, más que la realidad busco resaltar las emociones, lo defino como una mezcla de comic, estética tatu, cirquense, todo ello con colores vivos y pinceladas de humor, un percal”, dice Asis Percales sobre su estilo.

El Ilustrador y dibujante (España 1986) se llama realmente Francisco de Asis… “y, como Franciscos hay muchos me resulta más original ASIS y percales es una palabra que tiene como connotación algo que es caótico y con cierto desorden y creo que me representa bastante en mi vida”.

Asis Percales viene trabajando desde hace algún tiempo. Su nombre corre de boca en boca, no solo entre los que buscan su trabajo en su país natal.

– Eres un dibujante, eres un ilustrador y eres una marca. ¿Qué haces si algún cliente te dice: ¡No me gusta!?

Cada vez más intento que la idea quede previamente planteada con el cliente en un brief, para que no haya malos entendidos aunque a veces puede pasar y lo intento arreglar para que todos estemos contentos. Aunque cuando te buscan normalmente es por lo que haces y es más fácil.

– Cuando ves a alguien que lleva tus ilustraciones en la ropa (pañuelos, parches…) ¿le dices es obra mía o prefieres que no lo sepa?.

Depende del contexto, aunque normalmente no lo digo.

– ¿Todo es imagen?

La imagen es importante pero si no tiene algo detrás es algo banal. Hay que tener un discurso, si no hay mata, no hay papa.
Mi discurso intento que sea de respeto, cuidado y amor con  la naturaleza y con todos los que nos rodean.

-Trabajas en diferentes soportes y formatos ¿Con cuál te sientes más libre?

Cualquiera que me permita  experimentar, últimamente estoy  probando más con la cerámica, aunque el papel y el lápiz es donde primero lo plasmo todo.

– En tu obra hay una tensión entre rareza y familiaridad ¿Es algo buscado?

Sí, busco el equilibrio entre estos dos conceptos y hacer con esto que las imágenes tengan una fuerza visual intentando que no dejen indiferentes.

– También hay un uso raro del humor en tu trabajo ¿Eres consciente de lo que provocas?

Me considero una persona con bastante sentido del humor y es una cualidad que destaco siempre en la gente. Creo que si despiertas una sonrisa siempre es más facil transmitir y empatizar. La vida es ya muy seria como para no tomarsela con humor.

– Usas muchos colores ¿Tienes uno favorito? 

Siempre fue el amarillo.

– Tu primer libro, Manual del Pintamonas, es un libro para colorear y es más un libro para adultos. ¿Cómo lo pensaste?

Nació como un proyecto de libro que buscaba la antítesis de los libros de autoayuda y manuales de colorear mandalas. Es un libro sin pies ni cabeza que si lo terminas te da un diploma como buen pintamonas. En definitiva una manera para pasarlo bien, intentando despertar la creatividad y una sonrisa.

– “A lo largo de mi vida he compaginado mis dos pasiones: el dibujo y la naturaleza”, dijiste. ¿Cómo te ha ido en este tiempo de pandemia? ¿En qué proyectos trabajas?

Pues este tiempo ha tenido sus cosas buenas y no me puedo quejar, en general de cómo ha ido todo. Aunque también he tenido momentos de agobio y de cierta ansiedad, pero creo que es algo común en todos.
Actualmente estoy con varios proyectos personales y un encargo de unas cartas de tarot entre otras cosas, el niño pinta y colorea.

– Has hecho tapas de discos, carteles de negocios, murales en la calle…  ¿Cómo eliges el trabajo?

El que me llama primero no suelo decir que no, todos los proyectos pueden ser interesantes, lo importante es disfrutarlos, a veces hay que estar como las ardillas para buscar la manera de llegar a fin de mes.

– ¿Sueles seguir el destino de tus trabajos?

No, los trabajos terminados ya están hechos, los importantes son los que están por hacer.