«Sin traducción habitaríamos provincias lindantes con el silencio»,
George Steiner.
Serhiy
Borschevsky
(Ucrania).
El “Poema de los dones”, diez cuartetos en perfectos endecasílabos, donde Jorge Luis Borges nos presenta la paradoja de un ciego al cuidado de una biblioteca, es el poema preferido de Serhiy Borschevsky (74), el traductor más importante de la obra del argentino Jorge Luis Borges al ucraniano, un idioma que hablan más de 51 millones de personas en el mundo. Borschevsky, traductor, escritor y diplomático, es actualmente presidente de la Alianza de Traductores de Kyiv y miembro de la Mesa Directiva de la Unión Nacional de Escritores de Ucrania. Nació el 31 de marzo de 1946. Se formó en cursos de lengua extranjera y perfeccionó su español escuchando a los estudiantes latinoamericanos que estudiaban en su país cuando este formaba parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. En 1976 leyó por primera vez un cuento de Borges en la revista Vsésvit, especializada en literaturas extranjeras. El cuento era “El Inmortal”. Años después él también comenzó a traducir al argentino para formar parte de un reducido grupo de traductores que se especializaron en la obra de Borges, del cual es el único que está vivo. Participó de la compilación de cuentos y ensayos que se editó con el nombre de Aleph, la Antología, 100 poemas de Borges, El libro de los seres imaginarios, El libro de arena y La memoria de Shakespeare. Su trabajo más reciente es la traducción, bajo el título de Siete noches, de una serie de conferencias que dio Borges en Buenos Aires.
El principal traductor de Jorge Luis Borges al ucraniano con Maria Kodama, viuda del escritor.
Borschevsky también ha traducido a Lope de Vega, Calderón de la Barca, Sor Juana Inés de la Cruz, a Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Horacio Quiroga, Roberto Arlt, Ernesto Sábato, Mario Vargas Llosa, entre otros importantes autores latinoamericanos. Habla inglés, alemán, polaco, italiano, ruso y su idioma natal: ucraniano. Sobre su trabajo dice: “Cada autor, cada obra tiene sus particularidades. Las obras pertenecen a diferentes tiempos y, en caso del español, a diferentes culturas. El traductor debe estar muy atento. Puedo comparar mi trabajo con la producción de un film que tiene tres fases: preparatoria, la de filmación y la del montaje. El trabajo del traductor debe tener (no digo tiene, porque no todos lo comprenden) las mismas fases. La preparatoria es muy importante. Hay que conocer muy bien el texto antes de traducirlo. El traductor debe entender todo para reproducirlo de una manera adecuada. No debe dejar al lector adivinanzas, es su tarea entender y explicar. Y ver posibles errores del texto original. Yo puedo mostrar algunos en la novela La tabla de Flandes, de Arturo Pérez Reverte, por ejemplo, que he traducido. El autor escribe sobre una alfombra antigua paquistaní, pero el Estado de Paquistán surge después de la Segunda Guerra Mundial. En 1987, mostré un error al gran maestro Gabriel García Márquez, cometido en un episodio de su cuento El rastro de tu sangre en la nieve.
Libros de escritores argentinos traducidos al ucraniano por Borschevsky
“He editado 4 tomos de Sor Juana Inés de la Cruz, reconstruyendo en el tono de poesía, once géneros, algunos desaparecidos. Al traducir el libro «Las deshoras» de Cortázar tuve que escribir, por primera vez en mi vida, unos palíndromas, porque un cuento los contiene. “No temo a los textos. Temo al tiempo, porque tengo mi edad y todavía quiero hacer tanto”.
Serhiy Borschevsky con el escritor colombiano Gabriel García Márquez
Agradecimiento a la Embajadora de Argentina en Ucrania, Elena Leticia Mikusinski y a la Embajada de Ucrania en Argentina.