Y para remate, el año pasado leí la novela de Aramburu, Los Vencejos; un libro que acababa de salir recién del horno editorial, un “tocho” como dirían en España. Cuestión que me encontré con un Tony rebelde que decide ir vaciando su departamento, a la vez que deambula por el barrio y va dejando sus cosas: una lámpara, un jarrón, ropa, cada día se da un paseo junto a su perro y va acomodando en distintos lugares sus pertenencias. Entre esas cosas empieza a vaciar, también, su amada biblioteca…. hasta que finalmente un día logra desprenderse de su edición de bolsillo del Extranjero de Camus, en un banco, en una plaza, en otro país, en otro tiempo, el acto ocurre.