Creo que hay un camino que había empezado a transitarse de unos años para acá y tal vez la pandemia haya provocado en este sentido algunos retrocesos, porque uno de los sectores más golpeados económicamente es el sector de los servicios, turismo y hotelería, un sector donde la mayoría son mujeres. Muchas mujeres han perdido o reducido su trabajo, se ha complicado con esta cuestión del trabajo desde la casa, donde también por una cuestión atávica el trabajo doméstico recae sobre las mujeres. Ahí también hay que prestar atención, porque así como pedimos cincuenta por ciento en los boards de las empresas, nosotras mismas tenemos que exigir 50 y 50 en el cuidado de la casa, de los hijos, de los adultos mayores… Hay una estadística del INDEC que decía que una mujer con ocupación full time dedica 5,5 horas diarias al trabajo doméstico, mientras que un hombre desempleado dedica 4,1. Imaginate la disparidad. También el territorio de lo doméstico puede ser concebido como un territorio de poder, y a veces a las mujeres nos cuesta un poquito soltar eso. Y hay otra cosa que también es muy femenina: la exigencia desmesurada. Tenemos que ser 10 en todo: en la casa, como amantes, como trabajadoras, como madres, como hijas… Hay un artículo que escribió Anne Marie Slaughter, (que trabajó en la secretaría de estado en Estados Unidos cuando estaba al frente Hillary Clinton). Ella escribió un artículo que se llama ¿Por qué las mujeres no podemos tenerlo todo… todavía? Yo pienso que hay un problema con esa pregunta, no podemos tenerlo todo porque nadie lo tiene. Esa pregunta asume que los hombres lo tienen todo, y los hombres no lo tienen, pero tampoco se lo plantean, porque a ellos no les interesa tenerlo todo al 100 por ciento. Va de suyo que lo de ellos es la profesión, el trabajo, la carrera. Y lo nuestro lo doméstico, el cuidado de los hijos, de los padres, la carrera, el gimnasio, tener la cara lisa y el cuerpo perfecto… Esas son imposiciones que hemos internalizado totalmente… Somos las propias mujeres las que vamos minando el camino… del big bang en adelante todo parece culpa nuestra.