CARGANDO

Buscar

Abril

Compartir

Por Valeria Sol Groisman

Obra: Alicia Martin *

 FICCIÓN

Las horas subterráneas
Delphine De Vigan

Anagrama, 226 páginas.

Siempre estoy queriendo recomendar a De Vigan. Porque me gusta cómo escribe, pero además me entretiene y me hace pensar. No había leído Las horas. De hecho, ni siquiera sabía que existía. Es de 2009 (es anterior a Nada se opone a la noche) y la edición en Anagrama es de 2022, o sea, nuevito, nuevito. Otra historia con personajes solitarios, donde se mezcla el drama y el suspenso (pero no el que despierta miedo, no: el que no te deja levantar la mirada de las páginas). No voy a spoilear, vayan a por él y lean.

Ámsterdam
Ian McEwan

Anagrama, 198 páginas.

Otro que no falla, que data de 1998 y que llegó a Compactos de Anagrama hace tan solo dos años. Esta novela de McEwan ganó el Premio Man Booker y cuenta la historia de Molly Lane a través de los ojos de los hombres más importantes de su vida. Una fábula moral que es también una historia de amor y rebeldía. Vuelo, playa, cama, bar, montaña, bosque, campo, bondi, sala de espera. Estés donde estés, una novela que es compañía de la buena.

El club de los mentirosos
Mary Karr

Periférica y Errata Naturae, 517 páginas.

Un clásico que Periférica rescató y ¡oh yeah!. Una novela de carácter autobiográfico, muy divertida y a la vez conmovedora. Es la historia de una infancia en la década del sesenta. La historia de una niña espía detrás de la puerta de sus padres y que habla, como reza el epígrafe de R. D. Laing, de “el descubrimiento de que estamos irremediablemente solos respecto a algunas cosas”. Dato de color: esta edición trae prólogo de Lena Dunham.

Ese día cayó domingo
Sergio Ramírez

Alfaguara, 214 páginas.

El escritor nicaragüense ha estado en boca de todos en el último tiempo (no caben aquí las razones: si no están enterados, googleen y sabrán). Y justo, justísimo, llega su último libro de relatos, que, ¡cómo no leer! Son variados los temas que circulan en los cuentos que aquí se recogen: el amor, la muerte, la familia y la memoria. Me encantó “Yo no sé mañana” (sí, como la canción de Luis Enrique, a quien, de hecho, va dedicado). Un texto sobre la muerte, la pasión y el amor, todo entreverado. Uno de los grandes escritores latinoamericanos, que es, también, un maestro en el arte de contar cuentos. 

NO FICCIÓN

El nuevo Barnum

Alessandro Baricco

Anagrama, 402 páginas. 

Baricco es de mis ensayistas favoritos (y no es que no me gusten sus novelas). Y la razón es quizás doble: escribe como habla (y eso en un ensayo es difícil de encontrar: tuve el placer de escucharlo en vivo en el Teatro Colón y juro que es una delicia)) y piensa lo que el resto se dedicará a pensar varios años más tarde (siempre se adelanta a los de su tiempo). En este nuevo volumen, reúne artículos sobre la cultura contemporánea a la que considera “un circo de diversas postas” donde cabe todo. Barnum, su título, remite a un empresario dedicado a la producción de espectáculos de “frikis”. El texto más interesante (y polémico) es, para mí, el que dedica a la discusión acerca de si es necesario que el arte sea subvencionado. Una invitación a pensar y debatir.


 

El yo soberano

Élisabeth Roudinesco

Debate, 255 páginas.

Un ensayo bien actual sobre las políticas identitarias. La psicoanalista y escritora francesa se pregunta hacia dónde va la identidad y qué la constituye en el siglo XXI. Escrito en primera persona, Roudinesco no se guarda nada y no teme causar revuelo. Al contrario: pareciera buscarlo, lo cual se agradece.

 


Un bárbaro en París

Mario Vargas Llosa

Alfaguara, 281 páginas.

Dicen que es el libro que “celebra la entrada del Premio Nobel Mario Vargas Llosa en la Academia Francesa”. Difícil pensar lo contrario porque este libro recoge sus textos sobre la cultura francesa, que le apasiona. Con prólogo de Carlos Granés, Un bárbaro evoca a Dumas, Flaubert, Sartre, Camus, Bataille y Revel, entre otros. Para tener en la biblioteca e ir leyendo de a bocados. Siempre un lujo.


 

¿De quién es esta historia?

Rebecca Solnit

Lumen, 217 páginas.

Me encanta Solnit. Quizás no debería decir nada más. Supongo que a todos los que la conocen y la han leído les pasa lo mismo. En su nuevo ensayo reflexiona sobre los discursos que circulan en la actualidad y acerca del poder que ejercen. Pero, sobre todo, escribe sobre quienes detentan el poder de dominar dichos discursos y cómo esa fuerza determina nuestra sociedad. “Para Solnit, la esperanza no es una garantía para el mañana, sino un detonador para la acción de hoy”, escribió John Berger hace algún tiempo. Una frase que la define como ninguna otra. Perlita: esta edición incluye unas ilustraciones de mapas que son belleza.


 

INCLASIFICABLES

El todo

Dave Eggers

Penguin Random House, 528 páginas.

Ciencia ficción a tope. El escritor, editor (tiene su propio sello) y creador de un programa de voluntariado de escritura para chicos y adolescentes, escribió una novela satírica y distópica que narra la historia de una fusión: la empresa de Internet más grande del mundo se une a plataforma comercial más importante. Suena a monopolio o, lo que es peor, a dictadura, ¿no? Bueno, sobre esas ideas navega Eggers, al preguntarse por la libertad deseada y la sumisión consentida. Un relato que nos habla a nosotros sobre nosotros.


 

Archivo Fluxus

Dick Higgins

Tumbona, 198 páginas.

Esto no es un libro, es un manifiesto. El artista Dick Higgins se propone, en Fluxus, ensayar la idea del “intermedia” como una nueva alternativa frente a las formas del arte establecido. “No me siento realmente completo si no estoy cultivando todas las artes”, confiesa. Lo que propone Higgins, en verdad, es trabajar la transdisciplina (o, para usar un término en boga, la hibridación) para escapar de los modelos comerciales y encontrar, así, una energía capaz de transformar la expresión subjetiva en todas las disciplinas artísticas: la música, la pintura, la edición, la poesía, entre otras.


 

Escrituras nómades

Belén Gache

Tera, 255 páginas.

¿Qué pasa cuando las nuevas tecnologías invaden el campo de la literatura? Eso se pregunta Belén Gache en este libro que explora, además, las formas no lineales que asumieron los textos a través de la historia. Un ensayo para pensar la experimentación y para repensar los modos en que entendemos la cultura escrita.


 

*Alicia Martín, utiliza desde hace años los libros en esculturas de gran formato para crear propuestas de enorme impacto visual. En forma de cascada que se precipita desde una ventana o como una enorme espiral que imita un torbellino de agua, sus piezas sorprenden y enamoran por igual.