Me salva la vida ser lúdica, dijo una vez en una entrevista. Ileana Hochmann (1945) cumple hoy 80 vibrantes años. Con una historia poco común que va desde el convencimiento de muchos que es una artista brasileña que vive en Argentina, cuando lo correcto es que nació en Argentina y vivió mucho tiempo en Brasil, hasta su incesante sentido de desafiar lÍmites en el arte usando diferentes formatos: serigrafÍa, performance, fotografía, textiles….
Lo cierto es que la obra de Ileana nunca es pasiva. Múltiples influencias la cruzan desde los 16 años que comenzó su carrera artística en Río de Janeiro, su participación en la escena carioca tropicalista de los años 60 y 70 hasta su muestra Tercera Margen, en el Espacio Cultural de la Embajada de Brasil – Palacio Pereda en Buenos Aires-, el año pasado, que recorrió 60 años de carrera. Su relato lejos del mito y la romantización rompe la idea de que crear para ella es solo un medio para un fin. No importa cuales sean los materiales que usa a los que carga de fuerza física y simbólica.
Simpática, talentosa y arriesgada, la recordamos en una galería de fotos con su obra, en las que aborda la serigrafía de manera no convencional, sobre soportes alternativos y en frecuente diálogo con la fotografía, incluidas las de ella, como protagonista, desnuda, durante la pandemia, caracterizadas por una belleza cruda hasta la foto performance, en la que danza gozosa con manto ritual que tiene serigrafiada la foto de su rostro justo en el momento de parir a su única hija.
Con numerosas exposiciones en Alemania, Italia, Dinamarca, Francia, Brasil y Argentina, su obra forma parte de la colección privada de grabado más grande de América Latina y de importantes colecciones particulares nacionales e internacionales.