No pretendo decir que mi vida parece una película en la que yo sería el héroe porque, sin duda, es fruto de una sucesión de felices coincidencias pero, sobre todo, es la culminación de varios años de arduo trabajo al servicio de la cultura, en Marruecos y en el resto del mundo. Me sentí investido con una misión importante cuando Su Majestad el Rey me eligió, en 2011, para dirigir esta fundación y me dio su confianza para establecer una nueva política de museos para el país. Es un gran honor para mí llevar a cabo esta misión, guiada por la pasión que pongo en el corazón de cada una de mis acciones pero, también, en todo lo que vivo en el día a día. A veces hay dificultades, obstáculos que superar, retrocesos que superar también, pero esto es lo que hace la vida emocionante y me empuja a superarme a mí mismo.