Además de tener un lugar destacado entre los coleccionistas de arte argentinos, Abel Guaglianone y Joaquín Rodríguez son a la vez mecenas, pero también una especie extraña de activistas o artivistas del arte en el siglo XXI, al que siguen muchos artistas, comunicadores, curadores, viejos y nuevos coleccionistas.
Son los creadores de varios premios, entre ellos el Premio In situ y Fondo en obra, una ayuda monetaria y concreta a la hora de crear. Abel es anticuario, creó y dirige Edipo Antiques y es el único reconocido que se dedica al arte de la mesa. Joaquín es curador.
En momentos en los que se considera al coleccionista un elemento esencial incluso en el entramado teórico, conversamos con ambos.