Escribir Papá fue una necesidad. O varias. La empecé a escribir en medio del dolor de saber que mi padre estaba enfermo y que esa enfermedad era terminal. Escribir en medio del dolor, eso fue lo más difícil. Además, por supuesto, de recordar y poner en su lugar algunas cuestiones de nuestra difícil situación. No tuve en cuenta la opinión de los demás miembros de mi familia ni de nadie, quise escribir sobre él y yo, lo demás quedó afuera. El pudor es algo para la vida, supongo, no para la literatura.