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La tierra que nos falta

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Por Violeta González Santos

Foto de portada: Violeta González Santos

DICEN QUE LA CENIZA

VAPOR

Dicen que la ceniza es la nueva nieve
de las zonas más cálidas. La bahía 
y la montaña se cubren de humo.
Los niños juegan en las calles grises,
aprenden a respirar de a poco, no quieren
que se vuelvan sólidos sus pulmones.

El fuego a lo lejos ilumina las calles.
Al ver este mundo puedo decir:
la mejor luz es la del incendio.
Siempre cálida. Siempre intermitente.

Bajo este filtro veo el tiempo hecho luz
y entiendo de repente que la dificultad 
está surgiendo
ahora
en la atmósfera de la tierra.

Pero, en un tiempo,
cuando broten raíces de lo infértil
un bosque calmo cubrirá
los campos de polvo
y en un mundo solitario
creará un nuevo tipo de musgo.

Baja la neblina,
se diferencia de las nubes
por su cercanía.
Se siente espumoso el aire.

La tormenta arrulla
a los que se besan
cerca de los pinos. 

Debajo de las olas
no se siente la turbulencia.

Una enorme cantidad de hielo
flota en este momento por el mundo. 

En sus cuerpos
el frío es uniforme.

BAJANDO POR LAS CURVAS  

ALGO EN EL ESPACIO

Vemos primero eucaliptos,
después flores fucsias, plantas
que se cierran cuando las tocas.

Gabriela está en el asiento trasero
abre el vidrio del techo.

Yo con cada curva
siento el precipicio,
tenso mis muslos,
busco algo sólido
que nos mantenga en equilibrio,
que nos ate a la montaña.

Pasamos por la nariz del diablo, 
nos rozan las piedras de un derrumbe.
A los costados,
las bolsas de arena de las barricadas.

Me sobresalto.

La tierra huele distinto
se está haciendo de noche
no hay señal
no conozco el camino.

Cierra los ojos, no importa el miedo

Ya estamos llegando.

Tengo la sensación
de que todo está igual
pero un poco distinto.
Como si el mundo
hubiese girado hoy
un poco más rápido.

Hace sol y graniza
el cielo está partido en dos.
Pasa una línea verde
por el medio de mis ojos.
Dualidad cosmológica,
climatológica,
sutil.

En la vereda,
una mujer abre la boca,
mastica el hielo que cae.

Hay un polvo fino en el espacio.

Lo sienten los animales
que levantan la cabeza
para olfatear el viento.

Violeta González Santos

Violeta González Santos es una artista visual y poeta nacida en Bogotá, Colombia, en 1992.
Reside en Buenos Aires desde los doce años. Allí ha desarrollado gran parte de su carrera artística. Su primer libro, Golpe de agua, fue publicado en Argentina en el 2016 y sus escritos han participado de revistas como: BigSur Books, Revista Sandía, Revista Literariedad, Hablar de Poesía (34). Además de tener la escritura como su gran pasión desde pequeña, sus obras visuales que mezclan video, poesía y performance se expusieron en distintos centros de exposición tanto en Argentina como en otras partes del mundo.

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